Mostrar una actitud positiva es ayudar a construir el reino de justicia, tolerancia, amor y paz, es querer escuchar verdaderamente la voz de Dios.
Ofrecer y construir deberá ser un reflejo fiel de lo que recibimos en el ELSP, pero no para nuestro provecho, sino para Gloria de Dios y salud de nuestros hermanos.
Si nos dedicamos sólo a cuestionar y destruir ¿cómo pensamos poder ser reflejo de Cristo vivo que vino a ofrecer su vida por nosotros?
Construyamos y no antepongamos nuestros intereses personales y grupales por sobre los intereses de la Obra, que todos conocemos es de Dios y no de los hombres.
Si sentimos que nuestra razón está por encima de todo, analicemos nuestra estancia temporal en el ELSP y empecemos a buscar nuevas opciones más propicias para nuestros intereses, pero no dañemos más la relación Dios-Hombre, pues fuimos creados para unir lo que un día el hombre rompió, es decir, propongámonos a hacer verdaderamente religión.
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