jueves, 17 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 15

Yo desde los 12 acudía con frecuencia a misa todos los días por las mañanas, en mi pequeño pueblo de Hidalgo, y me agradaba la entrega que tenía mi párroco con la gente, les atendía en todos los aspectos y me pedía que le acompañara en la parroquia a visitar los enfermos cuando había necesidad por la noche, un día me dice quédate aquí en la parroquia, porque temprano iremos a ver doña Gladis que está muy grave en su casa, le llevaremos el viatico, ese día por obra de Dios, estaba nevando, y así salimos a caballo, pues era en la sierra y no había otro medio de transporte, cada vez avanzábamos mas y la nieve iba subiendo, mis pies se hundían cada vez más en la nieve, y parecía que nos habíamos perdido, en plena sierra.
Y veía que el padre Manuelito, se sentía mal pero me decía que estaba bien, ya al llegar, se divisaba a lo lejos las luces del poblado y padre Manuelito me dice anda adelántate al pueblo y diles que ya voy, yo le dije pero como lo voy a dejar sólo, en eso me descuido y él cae al suelo y me dice corre a buscar ayuda. Yo sentía que no avanzaba al correr, después de 20 minutos de camino llego al pueblo y toco a la primera puerta y le digo al morador que el señor cura se ha puesto malo de camino que me acompañaran a traerlo al médico. Y gracias a Dios que enseguida, se movilizo la familia y llegamos a donde el señor cura, el estaba aun consciente, le había dado dolor, le atendieron con pequeños tecitos y se repuso, me dijo vamos a la casa de doña Gladis, que le llevo al señor y la voy a confesar. Eso me lleno de una gran alegría que aun en el dolor o en su fatiga él seguía firme en sus labores que Dios le había encomendado.
Después de una semana el padre Manuelito, muere y mi pueblo paso el infierno más duro que la misma nieve, porque un día me dijo el padre Manuelito que cuando hay un pueblo sin sacerdote, se vive el infierno más duro de la vida, porque el sacerdote es luz y guía para los demás. Al morir él yo me dije, y ahora quien ocupara su puesto, después de unos días yo despierto diciendo que yo sería el que ocuparía su lugar y trataría de imitarlo en su entrega, en su donación como sacerdote y pastor. Y así fue ahora estoy a punto de ordenarme sacerdote, en unos 15 días será el 18 de julio en mi país de México. De este señor cura aprendí el don del sacerdote y la falta que hace un sacerdote para dar calor al pueblo para que otro pueblo no pase un infierno mas sin sacerdote. Animo DIOS PROVEE.

--R.S.V., Puerto Rico

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