miércoles, 30 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 21


En los primeros años de 70s, llegó a El Salvador un joven sacerdote colombiano, Mario Bernal. Un sacerdote con un extraordinario don de gente, melódico y nunca visto enojado. En mi parroquia La Merced, estuvo como coadjutor. El celebraba la misa dominical a las 9 am. A esa hora unos adolescentes mariguaneros se ponían a jugar fútbol en la calle y de pronto la pelota rebotaba en medio de los fieles. El P. Bernal no les decía nada y las ancianas de la parroquia se molestaban con él, sobre todo cuando comenzó después de la misa a jugar con ellos. £Increíble!, pero aproximadamente unos 15 jóvenes comenzaron a escuchar la misa y el Padre formó un grupo de jóvenes que les llamó "La Brigada". Otros jóvenes ajenos a éstos se unieron a la Brigada, entre ellos, mi hermano y mis dos hermanas.

Dos años después, vino el huracán "Fifí". El Padre organizó a la Brigada para atender a esta emergencia. Después, él fue nombrado párroco de Apopa, al norte de San Salvador; de donde fue expulsado por la Guardia Nacional, acusándolo de comunista. Inspirado en su carácter pastoral, me fui al seminario franciscano en la Antigua Guatemala y otro se fue con los dominicos. Me salí, me enamoré y me casé. En enero de 1986, nos encontramos en San Salvador y me preguntó: "qué pasó con los franciscanos?". Le respondí, que me había incorporado al seminario anglicano. "Quiero ser como tú", le dije. "Mira Ignacio, nunca digas no, aunque sea un poquito, en la Iglesia hay mucha suciedad, pero hay mucha santidad también, por eso, hay que amarla". Me hice sacerdote anglicano, pero fue difícil trabajar siendo casado, no sólo por el factor de los celos, sino también, por no poderme entregar al Señor a tiempo completo.

Hoy soy divorciado y la Iglesia Católica me anuló el matrimonio religioso. Estoy esperando a que mi hija cumpla los 18 años, para poder abrazar el presbiterado católico. En el perfil del P. Mario, descubrí mi vocación. Dedico esta anécdota independientemente al concurso, a la memoria del +P.Mario e invito a los jóvenes a descubrir su vocación al sacerdocio, si es posible en su sacerdote. PAX ET BONUM

--José Ignacio Meza Rodezno

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 20

Asistí a un congreso Diocesano el día 22 de febrero de 1994,en la ciudad de Navojoa, Sonora, México, eran las 2 de la tarde, este congreso estaba dirigido por el padre Darío Betancourt, el ministerio de música cantaba canciones de alabanza, era una fría tarde con unos 14 grados centígrados, con un cielo totalmente azul despejado, cuando de pronto en el cielo apareció una cruz del calvario gigantesca inclinada, de color azul turquesa brillante y alrededor cientos de crucecitas del mismo color, era impresionante, todos los ahí presentes la vimos, el milagro se estaba dando, aun todavía sigo impresionado, preguntándome si fue verdad, y el significado de esta maravillosa visión de los afortunados que ahí estuvimos. Gloria a Dios

--Jesús Eligio Tirado Ramos, México

Anecdotas Sacerdotales 19

La Confianza en Dios de un sacerdote perdido en los Andes. Ocurrió y está bien documentado. Un sacerdote caminaba encima de un burrito por las montañas de los Andes haciendo su habitual recorrido apostólico por los diversos pueblos de aquellas alturas.

Ocurrió que el sacerdote en cuestión se entretuvo más de lo habitual en su última visita y perdió la noción del tiempo, esto que para nosotros puede ser algo insignificante en los Andes supone la muerte o lo más próximo a ello cuando se pone la noche. Esto ocurrió a este sacerdote, en mitad de su vuelta por aquellos sinuosos caminos estrechos entre barrancos enormes y en plena oscuridad el sacerdote se dio cuenta de que estaba perdido.

No obstante y repentinamente se encomendó a la providencia de Dios, soltó las riendas del burrito y cerró los ojos pidiéndole al Señor que le llevara a donde EL quisiese, y así sucedió: le llevó a la casa de una señora que estaba muriendo de y rezando desde hace tiempo por un imposible: que Dios le enviara a aquellos sitios remotos y alejados algún sacerdote que le diera los últimos sacramentos. Así ocurrió la viejecita recibió los Sacramentos y murió en la paz de Dios. Así pago Dios el acto de abandono de un sacerdote perdido en las alturas de los Andes.

--Javier Calderón García

lunes, 21 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 18


Voy a contar un acontecimiento que se dio el viernes santo del año 2000. Mons. Oswaldo Mondragón (de feliz memoria) sucedió que se ese día fue tan especial, el solía ser de carácter recio, pero como dice un adagio de pastoral del sacramento: "león feroz en el pulpito y manso cordero", a las señoras mayores le agradaba.

Sucedió que ese día, todos vivimos con especial devoción el viacrucis, el oficio de tinieblas o rezo del oficio divino del viernes santo y el sermón de las siete palabras. Llegado el momento de la adoración de la santa cruz, estábamos en la adoración cuando vino una señora con un niño en sus brazo en estado agónico y pedía que el niño fuera bautizado y eso me llamo la atención, porque no se negó, y fue tan especial ese momento porque terminado de darle la intinción con el agua, el niño suspiro. Fue para mí algo impactante que quedo grabado desde ese momento, porque una semana después después de dos infartos, entrego su alma al CREADOR, luego de él mismo según cuenta su secretario personalmente se administro la santa unción y la comunión cinco horas antes de morir. Para mí fue algo especial, porque así como se llega a relacionar la muerte de Lázaro y la hija de Jairo con la muerte de Jesús, yo relaciono de modo especial la muerte de este niño a las 3pm y una semana después, el jueves de pascua a la seis de la mañana de este sacerdote, que toda su vida fue una entrega a Dios.

Hoy nueve años más tarde, con casi cinco años de sacerdocio le pido a Dios, me dé un corazón de pastor como san Juan María Vianney y Mons. Mondragón. Cuando estaba con poco antes de su muerte ya cursaba tercer año de filosofía y para mí fue modelo de sacerdote. Esta es una anécdota de este sacerdote. Si no gano el concurso, tengo el gusto de compartir esta experiencia con ustedes.

--Pedro José Vado Cajina, Nicaragua

Anecdotas Sacerdotales 17


Conocimos al padre Felipe de Jesús Sánchez Gallegos, el día que nos invitaron a participar en un encuentro matrimonial. Poco después me di cuenta que estábamos esperando un bebe mi esposo y yo. El embarazo se complico y me vi obligada a someterme a una cesárea, ya que era la única manera de salvar al niño, y el padre Felipe estaba al pendiente nuestro, acompañándonos con visitas, oraciones y con eucaristías ofrecidas por nuestra salud. Pero 13 días después de nacido el niño, se agravo su salud y de madrugada mi esposo le llamo al padre para que ofreciera una oración por nuestra criatura. Pero el padre Felipe se dirigió inmediatamente al hospital a acompañarnos y como un verdadero padre, nos acompaño hasta el final, ya que el niño falleció. Nos acompaño hasta el último momento, nos ofreció consuelo y nunca dejo de orar por nosotros. Eso se lo agradecemos muchísimo, ya que nunca vamos a olvidar ese amor que nos ofreció, ya que lo consideramos como un verdadero hermano en Cristo. Que a pesar de tener muchísimo trabajo en el templo, se daba tiempo para acompañar a los feligreses que lo necesitáramos. Ahora el padre Felipe ocupa un lugar muy especial en nuestra familia. A pesar que se encuentra lejos de nuestra ciudad no lo olvidamos en nuestras oraciones.

--Olga Villanueva Cisneros, México

jueves, 17 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 16

El padre Jorge Fashek, ex párroco de mi iglesia me contó que cuando estaba en el seminario en Polonia, en cada seminario se encontraba un seminarista espía mandado por los comunistas, quien relacionaba todos los pasos de cada sacerdote y alumno. Las homilías fueron grabadas y como consecuencia varios sacerdotes fueron amenazados y encarcelados.

Algunos perdieron la vida después de horribles torturas. El padre Santiago Gebhard, que fue nuestro párroco, estando anteriormente de párroco en Misiones, Argentina cuenta que llego de visita su hermana y su madre por teléfono le pide que le hable para que ella recupere su fe ardiente. Entonces un día de calor él la lleva a la iglesia que como tenia bancos de madera de pino empezaron a crujir, y ella pregunto ¿qué es eso? Y él dijo que eran las almas en pena que venían a rezar. - ¿ves esa que se está hincando allá? Y ¿esa otra que se levanta? ¿Y la de mas allá que esta arrodillada? Entonces la hermana se asusto tanto que volvió a su casa rezando fervientemente y su madre nunca supo explicar la rápida conversión de la joven.

--Elizabeth Weinzettel, Bahamas

Anecdotas Sacerdotales 15

Yo desde los 12 acudía con frecuencia a misa todos los días por las mañanas, en mi pequeño pueblo de Hidalgo, y me agradaba la entrega que tenía mi párroco con la gente, les atendía en todos los aspectos y me pedía que le acompañara en la parroquia a visitar los enfermos cuando había necesidad por la noche, un día me dice quédate aquí en la parroquia, porque temprano iremos a ver doña Gladis que está muy grave en su casa, le llevaremos el viatico, ese día por obra de Dios, estaba nevando, y así salimos a caballo, pues era en la sierra y no había otro medio de transporte, cada vez avanzábamos mas y la nieve iba subiendo, mis pies se hundían cada vez más en la nieve, y parecía que nos habíamos perdido, en plena sierra.
Y veía que el padre Manuelito, se sentía mal pero me decía que estaba bien, ya al llegar, se divisaba a lo lejos las luces del poblado y padre Manuelito me dice anda adelántate al pueblo y diles que ya voy, yo le dije pero como lo voy a dejar sólo, en eso me descuido y él cae al suelo y me dice corre a buscar ayuda. Yo sentía que no avanzaba al correr, después de 20 minutos de camino llego al pueblo y toco a la primera puerta y le digo al morador que el señor cura se ha puesto malo de camino que me acompañaran a traerlo al médico. Y gracias a Dios que enseguida, se movilizo la familia y llegamos a donde el señor cura, el estaba aun consciente, le había dado dolor, le atendieron con pequeños tecitos y se repuso, me dijo vamos a la casa de doña Gladis, que le llevo al señor y la voy a confesar. Eso me lleno de una gran alegría que aun en el dolor o en su fatiga él seguía firme en sus labores que Dios le había encomendado.
Después de una semana el padre Manuelito, muere y mi pueblo paso el infierno más duro que la misma nieve, porque un día me dijo el padre Manuelito que cuando hay un pueblo sin sacerdote, se vive el infierno más duro de la vida, porque el sacerdote es luz y guía para los demás. Al morir él yo me dije, y ahora quien ocupara su puesto, después de unos días yo despierto diciendo que yo sería el que ocuparía su lugar y trataría de imitarlo en su entrega, en su donación como sacerdote y pastor. Y así fue ahora estoy a punto de ordenarme sacerdote, en unos 15 días será el 18 de julio en mi país de México. De este señor cura aprendí el don del sacerdote y la falta que hace un sacerdote para dar calor al pueblo para que otro pueblo no pase un infierno mas sin sacerdote. Animo DIOS PROVEE.

--R.S.V., Puerto Rico

viernes, 11 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 14


Yo estuve prófugo de la justicia por 18 años, pero el sistema no lo registraba, yo cuando recibí mi conversión me fui a entregar pero no me aceptaron. Comencé a servir a la iglesia por 16 años y todos creían en mí por mi devoción al servicio. Pero el 4-11-2004 tuve un accidente y yo mismo llame a la policía, allí me apresaron por ser un prófugo de la justicia.

La iglesia se entero y allí mismo empezaron a moverse y prepararon cartas, mandaron a un sacerdote muy sabio llamado el padre Vidal al día del juicio. Comenzó el juicio y el padre comenzó a hacerle señas al juez con sus manos pero el juez sólo lo miraba. Cuando llego el momento de la sentencia el juez dijo que de acuerdo a la ley que yo debía de cumplir 5 años. Inmediatamente se levanto mi abogado y le enseñó la carta que venía de la iglesia y le explico porque el padre le hacía señales. El juez quedo en suspenso, le dijo que al frente de toda la gente él tenía que hacer cumplir la justicia, el abogado le dijo, pues en manos de usted queda este hombre de Dios y el padre le continuaba haciendo señas. El juez decidió 9 días de cárcel y que yo continuara al servicio de Dios. El padre me dijo 9 días pasan rápido y te esperaremos en la parroquia. La sonrisa del padre se notaba muy luminosa. Gloria a Dios

--Leslie Soto, Estados Unidos

Anecdotas Sacerdotales 13


Hace muchos años, cuando se iniciaba en su sacerdocio el padre Hugo Estrada cuenta que fue a un pueblecito del altiplano del país. Resulta que en el pueblecito había una sequia y un predicador que conducía el evento, hizo una oración pidiendo lluvia, entonces uno de los residentes y colaborador en el evento empezó a asegurar por el micrófono que iba a llover, entonces el padre Hugo pensó en sus adentros, "a este señor se le fue la mano, como asegura eso". Para sorpresa del padre Hugo, esa misma tarde llovió, entonces él creyó en el gran poder de la oración. El padre Hugo Estrada es el párroco de la iglesia La Divina Providencia y lleva ya más de 35 años impulsando el movimiento de la renovación carismática de Guatemala.

--Hugo Cuyan, Guatemala

sábado, 5 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 12


En la adolescencia le dijo a JESUS, que si existía de esa forma de hostia blanca que levantaba el sacerdote, le sacara de su pie izquierdo una espina de nopal que se le había clavado y que su madre intentó sacarla y que por mas esfuerzo que hizo no pudo, y como vivía en un rancho no lo habían llevado al Médico y ya se le estaba infectando y le dolía mucho para caminar, esa misma mañana fue a la misa con su bisabuela de casi 100 años de edad, y de pronto en el momento de la consagración brotó la espina sin ningún esfuerzo y sanó su pie, tal fue su fe que ingresó al seminario.

El Padre EZEQUIEL da gracias a Dios, porque hasta ahora DIOS le ha sacado muchas espinas en la vida. Ya siendo sacerdote en 1993 cuando estaba de párroco en la comunidad de la Divina Providencia, municipio de San José del Rincón, Edo. de México, salió de la casa parroquial, olvidando la cartera con su dinero, se le agotó el combustible al vehículo en una carretera, tuvo que orillarse en pleno despoblado, al buscar dinero el su bolsillo no encontró ni un solo peso, entonces dice el: "Le di la queja a mi DIOS VIVO, que siempre considero está presente, diciéndole Señor porque hiciste a este hijo tuyo tan torpe"..... respondiéndole él de inmediato, suscitando un remolino de billetes de diferentes denominaciones sobre el campo despoblado, dando una buena cantidad de dinero, de tal forma que lleno sus bolsillos con ese dinero, él le dio las gracias diciéndole ¡Gracias Señor porque tu providencia divina siempre ha estado con el que te invoca de corazón!

El Padre EZEQUIEL ya no quiso contar más anécdotas que también son reales, porque dice que pensarían que está perdiendo la razón, pero todo esto es real.

--Ma. Del Carmen Lilia Almazán Fabila, México

Anecdotas Sacerdotales 11


Tenia 18 años cuando senti que Dios me llamaba a servirlo en los más pobres. Por entonces estudiaba Perito Químico. Habia dado todos los pasos para entrar en el Seminario Interno y a falta de 20 dias para entrar, en mi casa nadie sabia nada. ¿Como decir en mi casa que dejaba a mi novia, que dejaba los estudios y me iba de sacerdote?.

Comenzaba a estar nervioso y no sabia encontrar el momento oportuno para comunicar mi decision, cuando mi madre, me llamo a su habitación y me mando sentarme en su cama. Ella mirando para mi me dijo: Quiero que me expliques un sueño que he tenido esta noche: " Una Vigen con las manos abiertas y de las cuales salian unos rayos me elevaba en sus brazos y me decia que un hijo mio se va de sacerdote. ¿Qué signica este sueño?".Entonces le explique que ese sueño era verdad, esa Virgen ( a la cual ella nunca habia visto antes) era la Milagrosa y ese hijo era yo. Apartir de ese momento ya no tuve miedo y quince dias despues ya estaba en el Seminario Interno. LLevo 21 año de Sacerdote en la Congregación de la Misión y sólo puedo decir que si cien vidas me dieran para elegir en las cien vidas diria al Señor que quiero ser Sacerdote.

--P. Miguel Sánchez Alba, España

viernes, 4 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 10


El Padre Daniel María López, colonizador de una región del eje cafetero acá en Colombia, tuvo muchas anécdotas, de entre las cuales entresaco la siguiente: Cierto día fue convocado para administrar a un enfermo que residía en zona rural a una distancia de 7 horas cabalgando. Le enviaron una persona con dos caballos, uno para él.

Salieron de la Casa Cural, y luego de recorridas unas cuantas horas, el Padre Daniel le dijo al acompañante: "mi maruchito, adelántese un poco que requiero hacer una necesidad personal" (mixionar), y como era muy recatado, no quería ser visto. El ayudante le obedeció, y quedó esperando. Al cabo de mucho tiempo (más de una hora), viendo que el Padre no aparecía, salió rumbo a la finca malhumorado, para decir que el Padre no había querido seguir, que lo había puesto a esperar un rato. Pero cuál fue la sorpresa, cuando los patrones le dijeron: "Por qué dejó venir solo al Padre?" Hace rato vino, atendió al enfermo, almorzó con nosotros y se volvió". Se dice que el P. López tenía el poder de la bilocación, y por eso cumplió su misión sin acudir a medios normales.

Se dice que en otra ocasión, cuando viajaba por un camino a pié, a la vuelta de un recodo, vio cómo Satanás le ponía la espalda a un alud, sobre el cual jugaban unos niños de corta edad, en el recreo de su escuela veredal. Como quiera que el P. López tenía sus encuentros con el demonio, le preguntó: por qué hace usted eso de contener el barranco para que no se derrumbe? el maligno le respondió: "Es que estos todavía no me pertenecen".- Muchas gracias, que Dios los bendiga

--F.B.H., Colombia

Anecdotas Sacerdotales 9

Un milagro la comunidad de rajrapampa que se dividí”, la otra comunidad se llamaría ranquish (aunque se la conocía como la zona de ranquish) yo les propuse a la comunidad tener como patrón al beato José marello y ellos aceptaron. Construimos una capilla aunque no teníamos más que un cuadro del beato. En la parroquia san Juan Bautista de Pomabamba tenía un busto del beato José Marello, yo les prometí entregárselo a la comunidad para su capilla.

Una señora tenía dos hijos un niño y una niña de 10 y 12 años que jugaron en la chacra en plena lluvia. Se enfermaron en la noche, les di” neumonía, la mamá no los quería llevar al hospital porque ya se le había muerto un hijo en el hospital y había gastado mucho dinero y no tenían dinero. Tenían fiebre alta 40? 42?. La gente de la comunidad visita” a los niños enfermos. Son una comunidad muy pobre. El catequista rural que hacía todos los sábados oraciones en la capilla.

Toda la comunidad pidió” por la curación de los niños por intercesión del beato José Marello. Yo me enteré el domingo que los niños estaban peores, en la misa de 11.00 a.m. pedí por los niños. Y les entregué el busto del beato José Marello. Y sucedió algo inesperado. Cuando estaba a unos 200 m. de la casa de los niños, los niños se levantaron, sin síntomas de haber tenido nada recogieron flores, dieron encuentro a la procesión y la gente se puso a llorar agradeciendo a dios por ese milagro, todos se reunieron en la capilla, los niños que habían estado enfermos también hasta las 8.00 p.m. agradecían a dios por el milagro y agradecían por la intercesión del beato José Marello.

Al día siguiente fueron a la escuela de rajrapampa completamente sanos. Me avisaron y fui a la comunidad celebré una santa misa de acción de gracias y pregunté a la comunidad sobre la enfermedad y como es que sanaron, me dijeron que todos pensaban que se iban a morir porque ranquish está muy alto (3,800 metros sobre el nivel del mar) hicimos una procesión rezando como acto de gratitud a dios y por la intercesión del beato José Marello.

El caso fue presentado a la diócesis y a la congregación de los oblatos de san José y luego pasó a roma se hicieron los estudios, se tomaron testimonios, cuando le pregunté al médico cual era su opinión me dijo que la ciencia médica no puede dar explicación. Y esto valió para que el beato José Marello lo elevaran a santo, desde este milagro se llama "san José Marello". Es el fundador de los oblatos de san José. Que el señor les bendiga.

--P. César Vásquez del Carpio, Perú

Anecdotas Sacerdotales 8


Estimados Hermanos en Cristo Jesús:
Contar una anécdota de un amigo como lo es Monseñor Alfonso Alfonzo Vaz, no es una tarea fácil, no por tener alguna anécdota que fuera merecedora de ser contada; sino más bien por el gran número de ellas. En todas encontramos una enseñanza evangelizadora. Pues mi curita como cariñosamente lo llamo; nació en la ciudad de Caracas el 01 de Junio del año 1917 fue el tercero de 12 hermanos y se ordenó de sacerdote diocesano el 23 de Marzo de 1940 en la ciudad de Roma, el año que viene - si Dios le da salud - cumplirá 70 años de ordenado.

Su anécdota es la siguiente: Tirso Se Robo El Cielo Mi curita luego de ser ordenado, realizó su especialidad en Derecho Canónico en la Gregoriana de Roma. Llegando a Caracas en el año 1943 fue asignado como secretario del arzobispo en la Catedral de Caracas, ubicada en la Plaza Bolívar en pleno centro de la ciudad. En esos días se sintió conmovido por la cantidad de niños pobres que circulaban por las calles, y pensó que había que hacer algo al respecto, por lo que funda en ese año una agrupación para ayudar a esos jóvenes, con la finalidad de formarlos como hombres de bien e útiles a la sociedad a la que llamó: escuela de Limpia Botas esta funcionó en un apartado de la Catedral. Se inició con 12 jóvenes y poco a poco el número se fue incrementando.

La tarea fue difícil, la enseñanza para poderlos sacar del atraso en que se encontraban fue enorme. Había que instruirlos prácticamente en todo, desde como comer, leer y escribir, hábitos de aseo personal, etc. y sobre todo enseñanza religiosa, porque de donde venían, ya el diablo había hecho de las suyas y muchos eran: ladrones, pandilleros, vagos y pendencieros. Sin embargo esto no desanimó al padre Alfonzo; todo lo contrario siguió adelante y tal fue su esfuerzo que muchos de estos muchachos lograron ser profesionales, hombres de bien con oficios dignos como: carpinteros, zapateros, sastres etc. Hombres honrados gracias a su granito de arena, de sus colaboradores y sobre todo a la de Nuestro Señor.

La enseñanza religiosa fue primordial, porque Dios era un verdadero desconocido. De nuevo el número 12 se nos presenta, porque son doce los calificados para hacer ese año La Primera Comunión. Entre ellos estaba Tirso un niño de 10 años que había llegado desnutrido, casi sin ropa y sin zapatos a la Escuela de Limpia Botas. A cada uno del los comulgantes se les consiguió un padrino que colaboraría con lo necesario para el evento: camisa, pantalón, etc.., El día anterior al acto, a todos se les proporcionaron sus utensilios con excepción de Tirso pues su padrino se le había olvidado mandarlos. Sin poder dormir esa noche se escapó temprano en la mañana y salió a la calle a buscar dinero para su comprar su equipo de Primera Comunión. Vio a una señora muy elegante cruzando la calle con una gran cartera colgante, entonces vio allí su oportunidad y tomando una veloz carrera se abalanzo sobre ella y le arrebato la cartera, en la huida fue atropellado por un automóvil malogrando sus planes. Lo llevaron al puesto de Socorro allí las enfermeras lo atendieron con mucho cariño y ellas reunieron el dinero para comprarle todo lo necesario. Entonces muy elegante y en cama hizo su Primera y /última Comunión, pues a los pocos minutos murió por un derrame interno. Muy conmovido por aquella situación y con voz sollozante las palabras del padre Alfonzo fueron Tirso se robo el cielo Fin. (487 palabras)
Estas historias pasan desapercibidas cuando la víctima es un desconocido o es una persona poco importante. Pero me pregunto qué es más importante que ganarse el cielo al menos Tirso Molina lo consiguió.

--Alfredo Gómez, Venezuela

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Anecdotas Sacerdotales 7


Hola a todos, bueno; Cuando mi mamá estaba embarazada de mí, mi hermana tenía 2 años y le contagió de rubeola, a causa de esto. Los doctores dijeron que me tenían que abortar. Mis padres, tenían como consejeros, a 2 hermanas religiosas (1 Franciscana y la 2 de las Paulinas)se llaman Clara y Elizabeth Treller y a un sacerdote que se llama Agustín O'toole(Salesiano). Recurrió ante ellos, y les dijeron que iban a rezar para que nazca bien. Los doctores dijeron que iba a nacer mal, con deformidad, y mi padre dijo que si tenía, que llevar una cruz lo iba hacer, si nacía niña se llamaría como las 2 hermanas y si era niño, como el padre O'toole. Entonces nací, muy bien. Gracias a Dios y a la fe en él que es grande.
Ellos estuvieron contentos, y querían saber cómo me llamaba mi les dijo que mi nombre sería Clara Elizabeth y así me llamo. Ya cuando tenía 7 años siempre íbamos a visitarle al Padre O’toole. Entonces yo reflexionaba y le dije que quería ser religiosa, y le pregunté, como había tomado su decisión; me dijo que Una vez conversó con Jesucristo y le dijo que sí era su vocación, y que hiciera lo mismo con mucha fénica llegué a conocerlas a las hermanas religiosas.
Conocí también al Padre Perucchi; los dos hicieron sus bodas de oro, creo que así se llama, que en paz descanse, y el Padre Perucchi, está en cuidados intensivos en Piura, he llamado pero sin respuesta. No he cambiado mi forma de pensar, he aprendido de pequeña, a mejorar cada día. Leyendo la vida de Don Bosco, María Mazzarello, entre otros.

--C.S.V., Perú

Anecdotas Sacerdotales 6


La mamá de mi esposo, la señora Any Mercado , era originaria de una población del Estado de Jalisco llamada Yahualica ( de ahí es también originario nuestro Arzobispo el Emmo. Sr. Cardenal de Guadalajara, Don Juan Sandoval Iñiguez).

Ella contaba esta historia del Señor cura de la parroquia del lugar, el Padre SEVERO LOPEZ, un sacerdote muy humilde que tenía fama de santidad. Cuentan que el PADRRE SEVERITO ( así se le conocía) comenzó a celebrar Misas entre semana por las tardes, cuando aún estas no estaban permitidas. Llegó información de este hecho a oídos del entonces Sr. Cardenal de Guadalajara, Don José Garibi Rivera, bajo cuya jurisdicción se encontraba y lo mandó llamar para amonestarlo. El padre SEVERITO acudió a la cita y cuando el Señor Cardenal le llamó la atención por lo que hacía, el padre SEVERITO le explicó que su intención era que las personas que salían muy temprano a las labores del campo y no alcanzaban a asistir a las misas en los horarios establecidos pudieran participar en la Santa Misa y acercarse a los sacramentos en otro momento del día, al terminar sus trabajo.
Parece ser que el Sr. Cardenal no acababa de convencerse de esta transgresión y las argumentaciones del padre SEVERITO no le convencían del todo, de modo que después de una ligera discusión sobre el tema en un momento dado el PADRE SEVERITO SE QUITÓ LA SOTANA Y SE LA ARROJÓ AL SEÑOR CARDENAL DICIÉNDOLE..." ESTÁ BIEN, JOSÉ, SI NO TE PARECE, AHÍ TIENES". Al ser aventada la sotana, esta se quedo suspendida en el aire, colgada en un rayo de sol que entraba por la ventana; sorprendido y viendo en este hecho algo excepcional el Sr. Cardenal la descolgó rápidamente y se la regresó al padre Severito diciéndole, " ESTÁ BIEN SEVERO, VETE Y HAS LO QUE QUIERAS". El padre Severito regresó a su parroquia y continuó celebrando sus misas vespertinas.

--María del Refugio Castellanos López, México